dimecres, 23 de maig del 2018

Yo veo explotadores y explotados

YO VEO EXPLOTADORES Y EXPLOTADOS.

Queridas y queridos compañeras y compañeras:
Cuando miro por dentro un centro de trabajo veo a mis compañer@s que llegan apresurados después de 45 minutos (como poco) de trayecto desde que salieron de casa, no desde que se levantaron.
Cuando ya en el trabajo los veo, apresurándose para ir al baño, no sea que les riñan, es que algo no va bien. Cuando veo a sus representantes elegidos, llenando papelitos para justificar su actividad sindical, ya sea para reunirse o ya sea para orientar a sus compañeros, y alguien les llama "privilegiados, es que algo no marcha. Cuando veo a mis compañeras y compañeros de Amazon en huelga para tener un salario digno y un contrato fijo, me pregunto si son verdaderamente libres.
Cuando veo un trabajador que se accidenta o que enferma en su puesto de trabajo o, como consecuencia de las malas condiciones laborales, me pregunto si a su patrón le sucede lo mismo.
Cuando mis compañeros y compañeras reciben pensiones de mierda, después de toda un vida trabajando, ya sea porque quedaron en paro a los 50 años de edad o porque un empresario ladrón no les cotizó a la Seguridad Social, me inquiero acerca de las pensiones millonarias de algunos accionistas o ex-ministros...o ambas cosas.
Cuando veo a las mujeres trabajadores que no ascienden a pesar de su valía, cuando las veo con contratos de 4 horas sin haberlos pedido, cuando las veo arreglando habitaciones de hotel por un sueldo miserable, cuando las veo despedidas por quedarse embarazadas, me demando qué sociedad estamos construyendo que permite excluir a la mitad de su fuerza de trabajo.
Cuando veo a nuestros jóvenes tomando un avión hacia muy lejos, sabiendo en su interno que no volverán, no sé qué país se puede construir sin la generación mejor preparada de la historia.
Pero lo más triste es que cuando miro a estos compañeros y compañeras no reconocerse como trabajadores, sentir vergüenza de ser clase obrera, es cuando comprendo que lo que necesitamos no son gafas, sino conciencia de clase, que no necesitamos identidades sino constituirnos en clase nacional para ser alternativa económica, que lo que necesitamos es organizarnos socialmente en la movilización para progresar.
Porque a pesar de todo la lucha de clases existe. Si nos organizamos, nos formamos políticamente, nos comprometemos, participamos en los cambios, en definitiva, si luchamos, las únicas gafas que necesitaremos serán las de ver o leer, no las del Sr. José Antonio de Rivera y Ciudadanos.

JORDI RIBO FLOS  23 de Mayo de 2018

divendres, 18 de maig del 2018

LAS MALAS PASADAS DE LOS TUITS

LAS MALAS PASADAS DE LOS TUITS.

Un servidor es de los que por saber escribir a máquina allá a principios de los 70, le cayeron un montón de faenas como picar clichés, pasar a limpio notas que después tirábamos, etc. Era la llamada clandestinidad, donde estaba prohibidísimo tener cosas anotadas, como teléfonos, direcciones, incluso esquemas de informes que se nos pasaba...Nuestras opiniones eran orales, rara vez las escribíamos y nunca las firmábamos. Quizá por eso, en esta era de las comunicaciones on-line, la mayoría son muy prudentes. Recuerdan que la palabra escrita queda, sobre todo si uno no se autocorrige después.

Ahora muchos somos prisioneros del tuit, del feisbuc, del blog...queremos hacer un exceso a veces de chulería, o simplemente nos desahogamos. A mí me ha pasado un montón de veces, pero me ha pasado desde que no tengo responsabilidades, ni políticas ni en CCOO. Alguno habla de mi carácter volcánico, con cierta razón. Uno pone mucha pasión cuando cree que tiene razones, a unos nos pasa más que a otros.

Lo que no es de recibo es el uso que algunos responsables políticos hacen de eso, porque a veces las cosas se te pueden volver en contra. Le ha pasado a Pablo Iglesias el Joven con la adquisición de su vivienda. No estoy en contra de que se compre las viviendas que quiera con su dinero ganado honradamente. Lo que es llamativo es que esta misma persona pusiese a parir al Ministro de Guindos por haberse comprado un ático, poco más o menos del mismo valor que el chalet. A de Guindos se le puede poner a parir por sus políticas y múltiples contradicciones en la defensa de las mismas y por los resultados obtenidos, pero no por comprarse un ático si el dinero se lo ha ganado.

Poco más o menos le pasa al recién investido Quim Torra: no puedes acceder a un cargo de representación con esas historias tan lamentables escritas, a no ser que quien te haya propuesto te haya dado bula. En este caso, quien tiene un severo problema es el independentismo, desde el plenamente burgués hasta los cachorros pseudoproletarios. Y finalmente, eso le pasa a Elisenda Alamany, con tuits muy desfortunados sobre lo que ella llama ·los españoles" "que nos follan por delante y por detrás". Esta buena señora es, ni más ni menos que portavoz parlamentaria de "En comú podem". Uno se pregunta si esta portavoz, como mínimo se hará una autocrítica severa, que debe tener consecuencias políticas. Aquí no vale eso de pedir perdón, tan propio de nuestra cultura judeo-cristiana. Aquí lo que vale es asumir responsabilidades y basta. Lo demás son excusas, o peor aún, es fariseísmo elevado al cubo.

Me decía mi maestro Sousa, cuando fui elegido por vez primera al Comité de Empresa que debía mantener una conducta en el trabajo irreprochable, que no podía llegar tarde al trabajo, que debía mostrar una actitud seria, que debía cumplir con mi responsabilidad, porque eso era lo que se esperaba de alguien que pretendía ser dirigente de fábrica. Creo que lo cumplí, mi trabajo me costó, pero no me gané ningún reproche por su parte. Pues eso deben hacer aquellos que políticamente dirigen: ser responsables de sus palabras y sus actos.

JORDI RIBO FLOS.  18 de Mayo de 2018

dijous, 10 de maig del 2018

UNA CALLE PARA MARCELINO CAMACHO

UNA CALLE PARA MARCELINO CAMACHO

Mañana, en Madrid, se honra al que fuera Secretario General de CCOO con el nombre de un Paseo, al cual se le llamará Paseo de Marcelino Camacho. Es un honor bien merecido para el que fue en su día uno de los máximos dirigentes obreros, sólo en España, en Europa y el mundo. Marcelino además, recoge en su dilatada trayectoria toda la experiencia de resistencia antifranquista, desde la más negra clandestinidad, pasando por la conquista de lo que él llamaba "espacios de libertad". Marcelino además rompió con tabús en el seno de su propia organización. Preconizaba que un dirigente obrero no puede moverse en clandestinidad y anonimato, debía ser conocido y reconocido por su entorno más próximo, compañeros y compañeras de trabajo, vecinos y vecinas del barrio...intentó preservar la autonomía de la organización ante los partidos políticos, comenzando por el suyo propio. Esto le costó no pocos sinsabores y algún disgusto. Tuvo aciertos y errores, comos todos hemos tenido a lo largo de nuestra vida sindical y política, pero él jamás se avergonzó ni de sus orígenes ni de su ideología, es más, supo transmitir valores como el de la austeridad y sencillez, la firmeza en sus convicciones, la valentía de sus actuaciones, la prudencia de no despegarse jamás de los trabajadores, la solidaridad y el compromiso con su clase.

Marcelino nos visitó dos veces en la empresa donde yo trabajaba, Tagra, una fábrica del metal de Badalona. Uno de mis compañeros más cercanos, Toni, al cabo del día me hizo el siguiente comentario: "hoy nos ha visitado la historia de España y hemos recibido una clase que no se da en las Universidades". Yo le repliqué al más puro estilo leninista: "En las Universidades se aprende mucho, pero más se aprende en un día de huelga". Ambos decíamos lo mismo: recibimos una lección por parte de un obrero metalúrgico, como recibíamos casi cada día, antes de entrar a trabajar por parte de Manuel Sousa, nuestro compañero y maestro en Tagra. Sí, cada día nos encontrábamos veinte minutos antes de comenzar para comentar las cosas del trabajo y las noticias, salvo los lunes, día en que hablábamos de fútbol. Pero me estoy desviando...

Marcelino encarna todas las virtudes de los y las sindicalistas: dedicación, sacrificio, compañerismo, y todas las características de principios de la clase obrera: solidaridad, compromiso, fidelidad a la clase y desinterés, a las que debemos añadir espíritu organizativo y praxis acorde con nuestro discurso: aquello que nos decía también Jordi Miralles: ·Vive como piensas o terminarás pensando cómo vives".

Es por ello que si se dedica una calle a Marcelino, no se la dedica a él sólo; se está reconociendo a miles de mujeres y hombres que contribuyeron, desde la resistencia antifranquista, a poner en pie el movimiento obrero y sindical en toda la geografía española y en toodos los sectores de la producción y servicios: Una calle para Marcelino lo es también para Cipriano García, para Manuel Nevado, para Guillermo Ballina o también para Josefina Samper.

Yo no podré estar mañana en Madrid, pero que nadie dude que mi mente mañana estará allí, para enaltecer a Marcelino y a los suyos-míos de CCOO, y para arrojar a la basura la placa del fascista Muñoz Grandes. Gracias Marcelino, hasta siempre y viva la lucha de la clase obrera.