divendres, 16 de novembre del 2018

Va escriure el Dómine Cobra un 27 d'abril de 2018...

VA ESCRIURE EL DÓMINE COBRA UN 27 D'ABRIL DE 2018:

Us reprodueixo el que va escriure l'afamat ardiaca (archidiácono en castellá) Dómine Cobra el dia 27 d'abril. Només un petit afegitó:

Aixó ha esta possible gràcies, entre d'altres persones responsables de CCOO a la Dolors Llobet, a la Rosa Sans de Cultura de la CONC, al Miquel Lluch i a la Estrella Pineda de Pensionistes y Jubilats, a en Lluis Filella, defensor de l'afiliat i al Víctor Béjar, el nostre flamant director, professor del Conservatori Municipal de Barcelona.

La iniciativa ha esta molt ben rebuda, i a més ens hem assabentat que els companys de CCOO de A Coruña estan fent una cosa similar.

Sabeu una cosa? El Dómine Cobra ja en sabia quelcom, o la va intuir, en tot cas va ser un element també primordial, perque la seva valoració no era qualsevol cosa. Afegir ara que ja som més d'una vintena de sindicalistes (majoria dones) els que estem en plena feina d'assaig i treball. Per tant en Jordi no está sol ni és l'unic, el puny tancat es el contrari al dit solitari i som com un puny. Creiem que en Maig podrem mostrar el que hem aprés.

I ara la darrera, de debó: encara hi sou a temps, cantaires i músics, veniu!

Ara silenci, que parla el Dómine Cobra:

"Durante un centenar largo de años el movimiento de los trabajadores cantó sus propias canciones de gesta y de oficio, baladas e himnos y lo que encartara en un momento dado. Era, sin duda, una expresión más de la forja de la identidad. Cantaban los anarquistas catalanes e italianos, cantaban los franceses y los wooblyes norteamericanos. Cantaban los cartistas ingleses recordando a sus héroes de la masacre de Peterloo, y cantó todo quisque que, en los cuatro puntos cardinales, llevara mono azul, boina y otras prendas de vestir del proletariado ascendente. Cantaban los revolucionarios, cantaban los reformistas y cantaban los que no eran ni lo uno ni lo otro. Todo ese caudal fue disolviéndose, sus partituras están desparramadas y, seguramente, cubiertas de polvo. Todo ello, patrimonio inmaterial de las clases subalternas, corre el peligro de desaparecer, comido por los ratones de los que hablara Marx.

Alguien se ha decidido a evitarlo. Se llama Jordi Ribó i Flos. Un sindicalista inquietante, hoy jubilado, de Comisiones Obreras de Catalunya. Hay quien le cree el enviado de Sugar Blue en la Tierra. Sea como fuere, nuestro hombre se ha propuesto fundar una Coral con la idea de dar conciertos y recuperar el tesoro musical de las canciones de gesta proletarias. La Coral, nos dicen certeras averiguaciones, se llamaría Un Roig Encès. O sea, sin disimulos y a cara descubierta. Sin subvenciones de Anás o Caifás. Eso sí, pasando la gorra para cubrir los gastillos. Con un lema que parece indicar que la izquierda que no canta está chuchurría, camino de estar "sola, fané y descangayada".

Un RoigEncés puede recuperar un buen cacho de la memoria colectiva. Gracias a Jordi Ribó i Flos - sindicalista que alterna el vinagre del conflicto con el aceite del pacto. Con voz de bajo profundo, a medio camino de Boris Christoff y Nocolai Ghiaurov".

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