Vamos a entrar en una fase muy importante en lo político a nivel general: la aprobación o no de los Presupuestos Generales del Estado marcarán un antes y un después, no sólo para el Gobierno de Pedro Sánchez.
La aprobación puede permitir un inicio de verdadera recuperación para las clases populares,para los trabajadores y, desde luego marcan un estilo de verdadero diálogo y negociación, con todas las limitaciones aún existentes. No son ciertos todos estos argumentos que vaticinan una nueva crisis en caso de aprobarse. Las crisis siempre han tenido un carácter sistémico bajo el capitalismo. El propio sistema las genera para recuperar y/o reordenar sus beneficios y así perpetuar su carácter explotador. Mientra exista capitalismo existirán estas crisis que conocemos. Bajo la actual correlación de fuerzas, lo que se debe es rescatar elementos reguladores y mecanismos de protección social.
Pero además hay un elemento que es básico: se trata a la vez de organizar al conjunto social que sufre, de una forma u otra las consecuencias de la crisis. Por tanto, reforzar el sindicalismo, reforzar el movimiento popular y vecinal, reorganizar el feminismo y el ecologismo es la primera condición. Si se refuerzan y reorganizan los principales movimientos sociales, si además se coordinan objetivos y agendas políticas, se puede estar en condiciones de dar una salida democrática, superadora de la actual praxis socioeconómica.
Dicho en otras palabras, si por ejemplo el sindicalismo es capaz de reorganizarse de tal manera que puede constituirse en alternativa económica, estaremos ya hablando en otros términos. Para ello el sindicalismo y sus cuadros deben sumergirse en el estudio del ciclo productivo para encontrar aquellas alternativas favorables a sus intereses y compatibles con el resto de movimientos sociales. Por ejemplo, no es posible dar una salida al sector industrial y energético sin escuchar al ecologismo (me refiero a todo el sector, incorporando a los estudiosos y científicos) y sin trazar objetivos comunes. No es posible una solución igualitaria sin tener en cuenta a las mujeres trabajadoras y sus reivindicaciones.
Como todo en la vida, para una larga marcha se necesita dar el primer paso, y éste son estos presupuestos. Una vuelta atrás, una no-aprobación, sin duda nos colocará en peores condiciones para todo, incluso y sobre todo para introducir las reformas necesarias en la Constitución, porque que nadie dude que ésta se reformará. El problema será como siempre de correlación de fuerzas.
Será sólo un paso, al que luego debe seguir un segundo, y un tercero...de todo ello tenemos que hablar, que pensar, decidir y ejecutar.
Otro día hablaré de la importancia del derecho de huelga, de su inclusión en la Constitución de 1978 y de las intenciones de la CEOE en su día.
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