Los CDR y el terrorismo
Ayer se cumplieron 20 años del tratado de
Stormont por el cual el IRA (Ejército Republicano Irlandés) deponía las armas y
abandonaba definitivamente la lucha armada y los atentados terroristas que
sacudieron la provincia británica situada en la isla de Irlanda,el Ulster, la
conocida popularmente como Irlanda del Norte para ser más concreto. Si bien el
cese de la violencia política ha sido un logro enorme, esto no quiere decir que
todos los problemas de la provincia irlandesa en manos británicas hayan cesado
o disminuido. El territorio del Ulster sigue teniendo altos índices de paro que
afectan sobre todo a las capas de la población republicana, los problemas
sociales se han recrudecido con las administraciones, primero la de Blair,
luego la de Majors y con Theresa May están situados en una vuelta a las
fronteras a consecuencia del Brexit que retrotrae a las épocas de los check
points, con fronteras "duras" y con el ejército británico en las
calles de las ciudades y pueblos. Hoy en el Ulster y en la vecina República de
Irlanda nadie desea regresar a los tiempos duros de los atentados, los
encarcelamientos indiscriminados, los juicios farsa de la época de Tatcher y
las batallas urbanas entre el ejército británico y la población republicana.
España ha sufrido un episodio parecido
durante los tiempos de ETA militar y de los GAL, en Euskadi pero también fuera
de allí. En España hubo muchos atentados que se llevaron por delante a muchas
personas.En Catalunya ETA cobró un precio muy alto.Debemos tener en cuenta el
atentado de Hipercor y el del cuartel de la Guardia Civil en Vic, así como el
vil asesinato de Ernest Lluch, la muerte de un compañero de CCOO y del PCC en
el Vallés Occidental como consecuencia de la explosión de un artefacto entre
otros. Son tiempos afortunadamente pasados a los que nadie quiere regresar.
Uno de los vicios que se comenten a menudo
en política es el de la banalización. Ocurre frecuentemente cuando escuchamos
algo que no nos gusta e inmediatamente lo calificamos de “fascista” o “nazi”.
Me vienen a la memoria muchos ejemplos de ello pero citaré sólo dos:
El primero tiene como referencia a cierto
responsable del PCF en tiempos previos al Frente Popular, que calificó al
Ministro del Interior como fascista a cinsecuencia de una intervención sangrienta
de los gendarmes en una huelga. Togliatti que estaba exiliado en Francia por
aquel entonces le corrigió inmediatamente diciendo lo siguiente: “Fascismo es
lo que hay en mi país ahora, esto es lucha de clases”. El otro ejemplo es una
anécdota personal. Fuimos convocados varios sindicalistas a una reunión en el
el CC del PSUC en la calle Ciutat con Rodríguez Rovira, entonces responsable de
movimiento obrero. En la mesa creo recordar que estaban entre otros Román y
Paco Frutos. Hablábamos de la crisis y recuerdo que yo tomé la palabra diciendo
que para definir el cierre de empresas no se me ocurría otra palabra que la de
terrorismo patronal. Rodríguez Rovira me interrumpió inmediatamente y me dijo. “Eso
que tu describes es el capitalismo, el terrorismo es otra cosa, camarada”. Y un
servidor, abrumado por la contundencia del argumento corrigió inmediatamente su
intervención.
Digo todo esto al hilo de este informe de
la Guardia Civil dónde se acusa y se califica la actividad de los CDR como
rebelión y terrorismo, y que ha servido para detener a varias personas acusadas
de estos gravísimos temas. Se puede perfectamente estar en desacuerdo con el
corte de carreteras, se puede incluso discrepar del levantamiento de las
barreras en las autopistas, hasta se puede condenar la invasión de vías férreas
o de pistas de aeropuertos (ojo que estas cosas pueden poner en peligro muchas
vidas, tanto propias como inocentes) De ahí a calificar actos de este tipo como
terrorismo va un trecho más largo que el Transiberiano, por decir algo.
Un servidor discrepa de estos CDR por
multitud de temas, voy a citar sólo uno: eso no es auto-organización de la
sociedad civil, es simplemente aunar voluntades para actuar con repercusiones
mediáticas sin calibrar las consecuencias. La auto-organización de la sociedad
civil crea estructuras estables con fines concretos y no difusos, y cuando se
organiza crea sindicatos, asociaciones de vecinos, de solidaridad, etc., que
permanecen largo tiempo asentadas porque son “unidades de intereses”. No se
puede defender algo que no existe, y menos asociarse para ello. Es acientífico,
pero en ningún caso ilegal, y mucho menos delictivo.
Por cierto, Sr. Ministro del Interior
Zoilo: los CDR en Cuba se organizaron cuando la invasión fracasada por parte de
EEUU en Bahía Cochinos, que fue rechazada por las FAR cubanas y que combatieron
las infiltraciones de espías gringos y de la gusanera de Miami, y que hoy aún
permanecen como consecuencia del bloqueo. Defienden algo que existe realmente,
como es la Revolución Cubana y no repúblicas imaginarias.
La sociedad catalana debe responder
serena, democràtica y contundentemente a estas acusaciones de terrorismo. En
Catalunya no busquen terroristas, porque salvo los de DAESH, que fueron
abatidos por los Mossos de Escuadra, yo no conozco a otros. En todo caso
busquen soluciones, ustedes los del Gobierno central y ustedes, Parlament de
Catalunya, y den a Catalunya un gobierno viable que comience a abordar los
gravísimos problemas que tenemos. Todos tienen responsabilidad, cada uno la
parte que le corresponde, seguramente más responsabilidad tiene el Gobierno de
España, pero ello no obsta para que no dejemos de observar a los de aquí.
Finalmente, este blog espera y desea que
todos los políticos presos y los que están fuera puedan volver a ejercer sus
responsabilidades en libertad. Para que conste y, si es posible, surta efectos.
Aquí que cada palo aguante su vela, o que cada perro se lama su cipote, dicho
groseramente.
JORDI RIBO FLOS 11 de Abril de 2018
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