dimecres, 11 d’abril del 2018

Los CDR y el terrorismo

Los CDR y el terrorismo

Ayer se cumplieron 20 años del tratado de Stormont por el cual el IRA (Ejército Republicano Irlandés) deponía las armas y abandonaba definitivamente la lucha armada y los atentados terroristas que sacudieron la provincia británica situada en la isla de Irlanda,el Ulster, la conocida popularmente como Irlanda del Norte para ser más concreto. Si bien el cese de la violencia política ha sido un logro enorme, esto no quiere decir que todos los problemas de la provincia irlandesa en manos británicas hayan cesado o disminuido. El territorio del Ulster sigue teniendo altos índices de paro que afectan sobre todo a las capas de la población republicana, los problemas sociales se han recrudecido con las administraciones, primero la de Blair, luego la de Majors y con Theresa May están situados en una vuelta a las fronteras a consecuencia del Brexit que retrotrae a las épocas de los check points, con fronteras "duras" y con el ejército británico en las calles de las ciudades y pueblos. Hoy en el Ulster y en la vecina República de Irlanda nadie desea regresar a los tiempos duros de los atentados, los encarcelamientos indiscriminados, los juicios farsa de la época de Tatcher y las batallas urbanas entre el ejército británico y la población republicana.

España ha sufrido un episodio parecido durante los tiempos de ETA militar y de los GAL, en Euskadi pero también fuera de allí. En España hubo muchos atentados que se llevaron por delante a muchas personas.En Catalunya ETA cobró un precio muy alto.Debemos tener en cuenta el atentado de Hipercor y el del cuartel de la Guardia Civil en Vic, así como el vil asesinato de Ernest Lluch, la muerte de un compañero de CCOO y del PCC en el Vallés Occidental como consecuencia de la explosión de un artefacto entre otros. Son tiempos afortunadamente pasados a los que nadie quiere regresar.

Uno de los vicios que se comenten a menudo en política es el de la banalización. Ocurre frecuentemente cuando escuchamos algo que no nos gusta e inmediatamente lo calificamos de “fascista” o “nazi”. Me vienen a la memoria muchos ejemplos de ello pero citaré sólo dos:

El primero tiene como referencia a cierto responsable del PCF en tiempos previos al Frente Popular, que calificó al Ministro del Interior como fascista a cinsecuencia de una intervención sangrienta de los gendarmes en una huelga. Togliatti que estaba exiliado en Francia por aquel entonces le corrigió inmediatamente diciendo lo siguiente: “Fascismo es lo que hay en mi país ahora, esto es lucha de clases”. El otro ejemplo es una anécdota personal. Fuimos convocados varios sindicalistas a una reunión en el el CC del PSUC en la calle Ciutat con Rodríguez Rovira, entonces responsable de movimiento obrero. En la mesa creo recordar que estaban entre otros Román y Paco Frutos. Hablábamos de la crisis y recuerdo que yo tomé la palabra diciendo que para definir el cierre de empresas no se me ocurría otra palabra que la de terrorismo patronal. Rodríguez Rovira me interrumpió inmediatamente y me dijo. “Eso que tu describes es el capitalismo, el terrorismo es otra cosa, camarada”. Y un servidor, abrumado por la contundencia del argumento corrigió inmediatamente su intervención.

Digo todo esto al hilo de este informe de la Guardia Civil dónde se acusa y se califica la actividad de los CDR como rebelión y terrorismo, y que ha servido para detener a varias personas acusadas de estos gravísimos temas. Se puede perfectamente estar en desacuerdo con el corte de carreteras, se puede incluso discrepar del levantamiento de las barreras en las autopistas, hasta se puede condenar la invasión de vías férreas o de pistas de aeropuertos (ojo que estas cosas pueden poner en peligro muchas vidas, tanto propias como inocentes) De ahí a calificar actos de este tipo como terrorismo va un trecho más largo que el Transiberiano, por decir algo.

Un servidor discrepa de estos CDR por multitud de temas, voy a citar sólo uno: eso no es auto-organización de la sociedad civil, es simplemente aunar voluntades para actuar con repercusiones mediáticas sin calibrar las consecuencias. La auto-organización de la sociedad civil crea estructuras estables con fines concretos y no difusos, y cuando se organiza crea sindicatos, asociaciones de vecinos, de solidaridad, etc., que permanecen largo tiempo asentadas porque son “unidades de intereses”. No se puede defender algo que no existe, y menos asociarse para ello. Es acientífico, pero en ningún caso ilegal, y mucho menos delictivo.

Por cierto, Sr. Ministro del Interior Zoilo: los CDR en Cuba se organizaron cuando la invasión fracasada por parte de EEUU en Bahía Cochinos, que fue rechazada por las FAR cubanas y que combatieron las infiltraciones de espías gringos y de la gusanera de Miami, y que hoy aún permanecen como consecuencia del bloqueo. Defienden algo que existe realmente, como es la Revolución Cubana y no repúblicas imaginarias.

La sociedad catalana debe responder serena, democràtica y contundentemente a estas acusaciones de terrorismo. En Catalunya no busquen terroristas, porque salvo los de DAESH, que fueron abatidos por los Mossos de Escuadra, yo no conozco a otros. En todo caso busquen soluciones, ustedes los del Gobierno central y ustedes, Parlament de Catalunya, y den a Catalunya un gobierno viable que comience a abordar los gravísimos problemas que tenemos. Todos tienen responsabilidad, cada uno la parte que le corresponde, seguramente más responsabilidad tiene el Gobierno de España, pero ello no obsta para que no dejemos de observar a los de aquí.

Finalmente, este blog espera y desea que todos los políticos presos y los que están fuera puedan volver a ejercer sus responsabilidades en libertad. Para que conste y, si es posible, surta efectos. Aquí que cada palo aguante su vela, o que cada perro se lama su cipote, dicho groseramente.

JORDI RIBO FLOS 11 de Abril de 2018


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